Mi sangre parece no haber aceptado lo que tomé anoche.
Brebaje de dioses, que me hizo delirar y me adormeció.
No recuerdo haberlo hecho, pero me fui de caza y me tragué unos cuantos roedores.
Me he despertado y los he vomitado, junto al brebaje, tan solo quedaban los huesos.
El invierno ha llegado, y con él otras costumbres.
Parece ser que el frío no lo noto en mi cuerpo, puesto que he mudado mi pelaje, pero creo que no solo a mi, sino en general, se han enfriado los sentimientos.
Un Lobo, ser irracional ¿hablando de sentimientos?
Ayer ahogué mis aullidos en brebajes, pero aún así se pueden leer, al igual que hoy.
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