De todas las veces que me arrancarón la flecha, la tuya fue la que mas dolió...
Esto es lo que quieres.
Sigue arrancandola lentamente, eso si, cuando la arranques y no quede nada, no me pidas que te regale más aullidos.
No me pidas nada.
Mi decisión fue volver... tambien puedo decidir irme para siempre.
Sigue tirando de la flecha, el azar lo dejará en mis manos.
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