Desde que partió la primera vez, mis navidades han sido realmente catastróficas...
Esta navidad empezó igual, yo tenía que recolectar para poder sobrevivir, lo cual hizo que estuviéramos casi todo
Pensé que todo se había vuelto negro, como un cuervo, negro, como la noche sin Luna ni Estrellas, negro como las profundidades de los bosques más frondosos y de los mares.
Pero, entre ayer y hoy, nuestros helados corazones, han sido derretidos, gracias al calor que nos brindamos incluso en los peores momentos.
Ayer un perro mojado y frío, se encontró con un pajarito que tiritaba. Y el perro convertido en Lobo, pero aún húmedo, pudo encender las llamas y convertir al Pajarito en un Fénix, con lo cual las llamas de este nos hicieron fundir el hielo que se encontraba en nuestros adentros y fundirnos en uno.
La Navidad vuelve a serlo gracias a el Pajarito, el Lobo se siente tan bien, el mejor regalo es tener la presencia de su Pajarito, no solo en Navidad, sino que en toda su vida, su día a día y su pasado y presente tienen mucho más valor ahora de lo que nunca tuvo.
Muchas más navidades contigo, mucho más de todo contigo.
ResponderEliminarTe quiero lobito.