Soy yo, un Lobo que no pensaba en las causas ni en las consecuencias hasta que abrió los ojos.
Soy yo, un Lobo que era irracional y empezó a entender la vida, volviéndose así racional.
Al salir de caza, recuerdo haberme dado un gran banquete. Aquel día cacé un jabalí.
Desde el mediodía hasta el atardecer, estuve despedazandolo. Hubo un momento en el que paré.
Me vi reflejado en el charco de sangre que había dejado junto a los huesos de mi presa.
El charco se distorsionaba, a la par que mi reflejo, cada vez que caía una gota de sangre de mi impregnado hocico.
Mi reflejo me desveló algo. SOY YO. Fui consciente de mi propio ser, empecé a tener coherencia, a sentir cosas, a pensar en cosas.
Me quedé mirándome, sumergido en aquel océano de sangre, hasta que salió la Luna.
Entonces, la vi a ella reflejada en las aguas rojas,
Todo aquello me hizo darme cuenta de una cosa, me faltaba algo, me sentía solo.
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