sábado, 2 de diciembre de 2017

" Ilusión desvanecida."

No sé por qué, ni cómo, ni cuándo sucedió.
¿En qué momento se me pasó por la cabeza?
Estaba cometiendo una traición.


Salimos en manada a trotar en la noche.
Familiar de sangre y otros por los momentos vividos.
Entre los cuales estaba ella, una Loba que no había tenido el placer de conocerme.
Aquella misma tarde cazamos juntos, vio mis destrezas, escuchó y leyó mis aullidos...


Creí que fue un flechazo a primer acorde,
creí que aquellos aullidos le habían tocado el alma y eso produjo un orgasmo interno en mi esencia de lobo, desde mi cola hasta la punta de mi hocico. 


Su corazón no le pertenece a nadie, pero digamos que tiene algo ( aunque no especial) con uno de mis hermanos, uno de esos que se hace hermano por lo vivido, por el tiempo y el afecto. 

Entrada la noche, los brebajes de los dioses nos habían tocado profundamente, liberando nuestras almas, nuestras esencias irracionales. Aquello hizo que no tuviéramos miramientos por nada, por nadie. Estuvimos toda la noche ,entre nuestra manada y miles de miradas desconocidas, acariciándonos. La cosa no iba a más porque ambos sabíamos que estaríamos cometiendo traición a mi hermano... Aún así las caricias no están prohibidas... caricias prohibidas. 


Yo, vuestro apasionado aullador, tuve durante toda la noche una batalla interna, todo parecía tan racional, todo... Miré de mil maneras aquello que ambos estuvimos deseando toda la noche, y todas la maneras desembocaban en dos opciones: dejarlo pasar o asumir aquello. 

La noche llegaba a su fin, y después de buscarnos durante toda su longitud temporal, nos encontramos. Fue al acompañarla hasta su cueva, no pude evitarlo, la Loba tampoco.
Nuestros hocicos se alinearon bajo la luz de la Luna , en su transición de cuarto creciente a llena, fue testigo de nuestro pequeño salto al vacío (¿os lo imagináis? Me refiero a la sensación de saltar al vacío, saltar sin cuerdas ni alas, caer  hasta llegar al suelo, hasta romperte todo pero no sentir nada a causa de la adrenalina que recorre cada milímetro de tu cuerpo)


No duró mucho, pero fue intenso.
Aunque tampoco nos diéramos un excesivo calor, aunque no hubieran zarpazos, ni llegáramos a ningún sitio desnudos, me subí al vagón de una montaña rusa, sin darme cuenta de que la Loba no iba junto a mi, pero si su sensación, después de mil loopings en  menos de 5 minutos, después de soñar con Ella, después de asumir toda mi culpabilidad en referencia a la traición a un hermano, lo quiere olvidar, cómo si no hubiera pasado nada.

Ilusión desvanecida en mi interior, mi ilusión si tenía alas, pero se estampó contra el suelo y agonizó.
Eso me pasa por iluso, he estado un atardecer pensando en cómo olvidar el asunto... tal vez más brebaje de los dioses me den respuestas o al menos un ápice de calor.

Aullido de montaña rusa, bonita sensación precoz por una Loba, desembarca en Ilusión desvanecida.  



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