lunes, 4 de diciembre de 2017

" Indecisa "

¡Por todos los dioses!   ¿A quién se le ocurre?
Seré cretino... Cogí y me quedé allí, atónito, después de que Loba abandonara mi carruaje.
Pasaron minutos, hasta que necesité moverme... y aquí estoy. Un Lobo, en un bar de carretera, reflexionando, mientras tomo (como no) brebaje de los dioses.

Ha sido tanto en tan poco tiempo, todo lo que tengo adentro y quiero regalar...
Quizá me precipite, al vacío , quizá salí de mi cueva para romper con todo, con todos...


Ni si quiera me despedí cómo me hubiera gustado hacerlo, pero SÍ, acerté con su respuesta.
El oráculo, o vete a saber que tipo de fuerza, me hizo ver lo que sucedería antes de que pasara.
Ahora un triangulo invade su cabeza. Realmente lo entiendo, el acoplado no dejo de ser yo. Ni si quiera es de mi manada, ¿ en qué estaría pensando? Realmente, soy un Iluso.
 

Me quedé con ganas de repetir lo de aquella noche invernal, lo repetiría mil veces con tal de poder amarrarme de nuevo a su cuerpo y fundirme con ella... la mejor despedida en décadas, la mejor despedida de mi vida, fue aquel oscuro instante .

Oigo un camión pasando a tan solo cincuenta metros, ni me inmuto, para qué, podría estar tumbado en la carretera como muchos otros. Incluso, hay un coyote que se está precipitando demasiado... ( Eh tú, ten cuidado!)

No lo haría, no. No sé si seré capaz de esperar. ¿Se va a desvanecer la magia? ¿No es capaz de ver que esta vida es tan corta que no da tiempo a trotar por el mismo camino dos veces? ¿No soy capaz de entender que quizá no le dé tantas vueltas porque no siente lo mismo?


Me quedé con ganas de decirle:

Piensa que este camino es corto y se hace rápido, y que en él, te daría todo y más. Podríamos vivir cada trote como un juego, sin medir la distancia entre nuestras patas.
Por otro lado, piensa también que, si realmente tu alma no ha sincronizado con la mía, de la misma manera que la mía si lo ha hecho con la tuya, quizá es momento de dejarlo pasar. Yo lo sabría cuidar, lo sabría alimentar y , sobretodo, ...


Intuye ese sobretodo, Lobo, intuye lo que quieres decir y que nazca lo que quieres sentir, Lobo, sal ahí fuera, no te rindas, pero tampoco juegues, date el capricho de luchar sólo si te dejan hacerlo. Pero si ves que el dolor comienza a surgir de algún rincón de la oscura penumbra de la nada, simplemente quítate las cadenas, libérate.  


Blanco y negro, brebaje de dioses.

Me he arrancado el pelaje, de una pieza, dejándome ver por dentro y de nada ha servido. Quizá me adelanté demasiado, quizá su indecisión, me pasa por alto. Tengo ganas de que los dioses me den unas alas, para poder emigrar lejos, durante un tiempo, y quizá así algún día poder olvidarme de esto. 

Aunque ¿quién podría olvidarse de los mejores labios que ha probado en su vida?

Lobo pensó, ¿labios? El aullador nocturno, se refugió, Lobo no lo llegó a ver, quizá eso fue lo que...



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